La nueva agenda


Pues bien, los días pasan y me doy cuenta que estar en casa no es en absoluto más fácil que ir a una oficina diario. Y aún menos si se toma en cuenta el factor de que no cuento con una niñera, ni ayuda doméstica de planta, ni guardería en donde dejar a mi hijo mientras tengo que hacer todos mis nuevos deberes.

Cuando dejé de ir a la oficina, pensé que mi agenda se iba a quedar en blanco a partir de ese momento... ¡error! Las actividades no se parecen en lo más mínimo a las que apuntaba antes, pero de que hay que agendar asuntos para poder organizarme, los hay. Teniendo tantos años en la misma rutina de vida, uno ya se sabe las actividades, los caminos, los tiempos, el tipo de tráfico, horarios para comer, etc. que le esperan durante el día. Pero siendo nueva como ama de casa, no tengo referencias y debo descubrir todo poco a poco.

Mi día empieza a la misma hora que cuando iba a la oficina, 7 am. Me levanto, me arreglo, desayuno, aprovecho todo el tiempo que pueda antes de que despierte mi hijo. En lugar de ir contra reloj, voy contra chillido. En el momento en el que él se despierte, se acabó el tiempo para mí. Hasta ahí todo sería igual que antes, pero ahora tenemos distintas actividades según el día que sea.
En la guardería hacían muchas cosas por mi hijo que ahora tengo que hacer yo, entre ellas cocinarle y darle de comer diario, 3 veces al día. He tenido que aprender a pensar en menús semanales para ir a comprar cosas las menos veces posibles a la semana. Distintas maneras de preparar la carne, el pollo, el pescado... también a conocer los tiempos de cocción de las verduras (nunca más de 15 minutos para que no pierdan propiedades alimenticias) y a ir modificando las texturas de las papillas para que poco a poco empiece a masticar cada vez más. También a encontrar la manera de que coma cuando no quiere hacerlo, y a encontrar los productos que me pueden hacer la vida más fácil sin demeritar la calidad de alimentos que preparo. Y claro, a hacerme tiempo para ordenar la casa para que no "se caiga de mugre", como decía mi abuela.

Otra cosa que me trae en jaque es no olvidar nada al salir de casa. Todo es igual de importante que lo demás: llaves, cartera, celular, pañales, fórmula, etc. Cualquier olvido puede resultar en una gran complicación.

Y por supuesto, hay que encontrar tiempo para trabajar. Si lo dejo para el final del día, seguramente estaré tan cansada que no lo lograré.

Como ningún día es igual al anterior, me está llevando tiempo el descifrar la mejor manera de organizarme. Pero ahí la llevo, creo que no voy tan mal.

  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS
Read Comments